miércoles, 11 de febrero de 2009

Desarrollo de una filosofía de la música en la iglesia

Por: Charles L Pierce,
Director del Departamento de Bellas Artes en el Colegio de la Unión de Columbia cuando escribió este artículo.

Revista del Anciano, no. 29.

LA IGLESIA Adventista del Séptimo Día, ha usado siempre la música como parte de su servicio de adoración, desde los días cuando se componía de pequeños grupos dispersos que cantaban los himnos del advenimiento, hasta las iglesias demasiado grandes, que existen hoy, con sus grandes órganos y sus coros espléndidos. Al principio cantábamos los himnos de otras iglesias, añadiendo nuevos cantos que reflejaran nuestras propias doctrinas, que generalmente eran poemas cantados con la tonada de cualquier pieza bien conocida que tuviera la misma métrica. Un ejemplo de esto fue el himno "JesúsViene Pronto," que se cantaba con la melodía llamada "Expectación". Esta es la misma música que se usaba en una canción popular cuyo título era "Nelly era una muchacha, murió anoche" (Véase Spaulding, Origin and History of Seventh-Day Adventist, [Origen e historia de los adventistas del séptimo día], tomo 2, p.132). De esto se puede concluir que nuestros fundadores no se preocuparon mucho en cuanto a tonadas sagradas, siempre y cuando el mensaje de las palabras fuese religioso. Hoy afrontamos el desafío de conformar algún tipo de filosofía que pueda usarse como guía para la música que tocamos en nuestras iglesias. Para hacerlo, es necesario primero ponernos de acuerdo con respecto al propósito o los propósitos de la música en la iglesia, identificar nuestra tradición musical, si la tenemos, y tomar en cuenta también los problemas que hemos encontrado en los estilos contemporáneos.Todos debiéramos estar de acuerdo con el concepto de que el propósito principal de la música en el culto religioso es la adoración. En otro tipo de reuniones podría ser el cantar acerca de las doctrinas, la historia de la salvación, o el gozo que produce la relación con Jesús. La función de la música, entonces, es añadir significado al servicio de adoración y constituirse en una avenida adicional mediante la cual podamos expresarnos en estos ejercicios religiosos. Las pautas que se nos han dado en el Espíritu de Profecía son buenas, a pesar de ser generales; y se refieren al aspecto general de los usos que debieran y no debieran dársele a la música. Este es el patrón que ha seguido la mayoría de los escritores que han publicado artículos sobre este tema en nuestras revistas denominacionales. Todos ellos nos han dado buenas ideas generales, pero en la mayor parte de los casos han evitado discutir los problemas que tal vez han encontrado.Cuando uno intenta expresar sus creencias con respecto a la música en la iglesia, confronta una multitud abrumadora de preguntas. Veamos primero la tradición. Nuestra iglesia no tiene realmente una tradición musical, como la tienen las denominaciones protestantesmás antiguas tales como los luteranos, los presbiterianos y metodistas. Cualquier tradición que tengamos tendría que tener su centro en el evangelismo. Esto conduce a la tradición de los cantos evangélicos, aquellos que nos hablan de Jesús y su amor hacia nosotros. También encontramos que los escritores de himnos adventistas han escrito himnos que tienen que ver con la mayoría de nuestras creencias doctrinales, incluyendo la temperancia y la recolección. Tenemos muy pocos himnos de adoración que hayan sido compuestos por autores adventistas. Podría mencionar a F. E. Belden,quien escribió unos cuantos y Harold A. Miller, que escribió al menos uno, pero la vasta mayoría de los himnos de compositores adventistas son himnos con los temas del evangelio, también llamados evangélicos o"gospel". Esto nos lleva al primer problema para establecer nuestra filosofía. ¿El patrón de quién seguiríamos al decidir sobre la clasede música apropiada para el servicio en la iglesia? Hay una minoría que se expresa con mucha insistencia, cuya fe inquebrantable se basa en la gran tradición musical de las iglesias protestantes, los himnos de Lutero, Wesley y otros. Ellos no admiten que los himnos evangélicos (gospel), con el estilo más ligero que incluyen, tengan un lugar en el servicio de adoración. Podríamos referirnos a estas personas como los tradicionalistas de la himnología eclesiástica.Luego están los evangelistas, que piensan que cualquier canto cuyo texto encaje con el sermón tiene que ser apropiado para el servicio, sin importar la estructura o el estilo de la música. Hay otro grupo compuesto de educadores en el área de la música y músicos profesionales, quienes han sido educados siguiendo un currículo profesional y se consideran autoridades en música religiosa. Ellos no se comprometen ni ceden en ningún sentido, y sólo usan la música de los grandes maestros en su preparación para los servicios religiosos. Un cuarto grupo está formado por personas, a menudo bien educadas y aveces sin educación, pero en general totalmente sin conocimiento musical. Sin embargo, estas personas buscan refrigerio espiritual y crecimiento mediante el servicio religioso. Saben lo que les gusta y les gusta lo que saben. Y por último, sin que por ello sean menos importantes, están los jóvenes. Este segmento de la iglesia es muy vocal al respecto y gusta del estilo familiar de la música popular. Dado que hemos sido tan negligentes en proveerles dirección, no podríamos esperar que su elección automáticamente sea la mejor. Por lo tanto, muchos no pueden distinguir la diferencia existente entre la música sagrada y la secular. Debemos considerar también los siguientes factores:
1. Que debimos haber tenido esta reunión hace treinta años. Nuestros esfuerzos ahora son como si intentáramos regresar el agua que sederramó sobre la represa hace mucho.
2. Que hemos estado hasta el momento sin una norma uniforme sobre la música a excepción de lo que aparece en los escritos de Elena G.White, que son excelentes, pero no son explícitos en detalles.
3. Que los educadores en el área de la música y los ministros de la iglesia por lo general parecen estar trabajando en direcciones diferentes y se han estado alejando más y más en sus ideales y sus metas con respecto a la música en la iglesia.
4. Que nos hemos enamorado y hemos sido seducidos por la melodía y el ritmo de los cantos populares evangélicos (gospel) de tal manera que hemos perdido nuestro sentido de los méritos y los valores, y pareciéramos conformarnos con flotar a la deriva musical, sumergidos en un mar de sonidos en peligro de envolvernos, a menos que seamos capaces de encontrar una balsa salvavidas en la que podamos salvarnos y recobrar nuestro sentido de equilibrio musical. Al considerar todos estos puntos como problemas, pareciera imposible la tarea de desarrollar la filosofía de la música para la IglesiaAdventista del Séptimo Día, pero con la ayuda de Dios encontraremos la manera de salvar estos obstáculos. En el número de Noviembre 24, de 1958 de la revista Christianity Today [El cristianismo hoy] apareció un artículo de Edward A. Cording titulado "Música digna de Dios". Las siguientes son unas cuantas citas tomadas de ese artículo que expresan la preocupación de otras generaciones, sus ideas y soluciones."El nivel espiritual de la iglesia de hoy se mide por el tipo de música y el carácter de los cantos que se cantan. En este tiempo las tonadas pegajosas son las populares, y francamente uno puede bailar al son de algunas piezas de la música de la iglesia contemporánea... En la radio no siempre se puede estar seguro si lo que uno escucha es una balada, "boogie", "bebop" (ambos tipos de jazz), o el último corito dela iglesia. Muchos autores se están haciendo ricos escribiendo este tipo bajo de música, que apela a la carne. Es como usar droga; mientras más se la escucha, más desea uno seguirla escuchando, hasta volverse adicto." -Dr. Vernon McGee, Church of the Open Door, [La iglesia de la puerta abierta], Los Ángeles, California. "Allí donde la cristiandad debiera adorar en el sentido más elevado de la palabra, a menudo se ha quedado corta en glorificar a Dios, debido a su falla en la música. Si el entretenimiento llega a ser el objetivo, no es un misterio la razón por la que tenemos una expresión pervertida de la fe cristiana, pues el objetivo del artista y el del mensajero de Dios son inherentemente distintos. Con el primero, es loque la gente quiere; con el segundo, lo que necesita. Somos tan culpables en nuestro canto como lo somos en nuestra predicación si no seguimos completamente el consejo de Dios". -(Irving Sablosky,crítico, Chicago Daily News).Si tenemos presente en nuestra mente que la música en la iglesia no es un fin en sí mismo, sino un medio para llegar a un fin ulterior, tendremos menos dificultad en marcar nuestro camino. El fin que se busca es la gloria de Dios y no la gloria del intérprete, o de la música.
Para llegar a una conclusión respecto a la música en la iglesia, es necesario tomar en cuenta las diferentes clases de servicios que se celebran en la misma. Debemos tener himnos de adoración en nuestro servicio del sábado de mañana y también cantos de tipo evangélico (gospel) en la Escuela Sabática y en la reunión de oración. Al escoger esta segunda clase de música religiosa debemos prestar atención especial al seleccionar tanto la música como las palabras, de manera que nada trivial o barato llegue a formar parte de nuestros servicios. La música para los jóvenes debe ser lo suficientemente contemporánea en sonido y palabras para que sea atractiva y con significado para ellos, pero no debiese incluir el estilo popular y barato que es ya común. No hay nada que sea intrínsecamente malo en el uso de instrumentos tales como la guitarra, el bajo, instrumentos depercusión o baterías; pero debe darse instrucción y guía respecto a la manera de usarlos. Debe ejercerse gran cuidado para que los elementosde la música rock no lleguen a formar parte de nuestros servicios. Mientras nos esforzamos por producir nuestra propia filosofía de la música, debemos tener en mente que los grandes himnos de la iglesia son los de alabanza; que la historia de la salvación y del amor de Dios hacia nosotros se narra en los cantos evangélicos; que debemos pugnar por cultivar en nuestra iglesia lo que es de mérito y valor perdurable, y descubrir las pautas con las que podamos prestar ayuda a nuestros jóvenes en su desarrollo. No debemos condenar a los jóvenes con un "No... harás" cuando nos traen una versión extrema de alguna canción religiosa de rock, sino debemos ayudarlos a encontrar lo que es bueno y que pueda traer una verdadera bendición espiritual. Con la ayuda de Dios tendremos la sabiduría para acercarnos al tronodel cielo con música que sea "sencilla, melodiosa y de alabanza aDios".

sábado, 7 de febrero de 2009

Mi Peregrinaje Desde el Rock’n’roll

Por: Brian Neumann



Mi peregrinaje espiritual desde la música rock a la Roca de los siglos es una historia dolorosa de adicción, autodestrucción y redención final.
Mis padres fueron misioneros adventistas. En consecuencia, sería casi un absurdo que el hijo menor de esa familia, criado en el corazón del África, se viese envuelto en el mundo del rock. Sin embargo, fue precisamente eso lo que ocurrió.
No sucedió de manera repentina sino gradualmente. Todo comenzó con mis amigos, escuchando un poco de música. Una canción llevó a otra y eventualmente mi natural talento por la música y el arte se fue canalizando dentro del remolino psicodélico del ensueño rockero. Quedé enganchado. El poder, la ropa, la fama, y la trascendente presencia global de la revolución del rock me cautivaron. De pronto me sorprendí a mí mismo separado del mundo y la fe religiosa de mis padres. Una nueva era, una nueva cultura, había tomado el centro del escenario en mi vida, como había sucedido en las vidas de tantos otros.
Muy pronto me encontré en un estado de rebelión. En las palabras de David Crosby, la gran estrella de rock: “Me imaginé que lo mejor que podía hacer era atrapar a los chicos… y al decir esto no estoy queriendo decir que debía raptar- los. Me refiero a que debía cambiarles el sistema de valores; sacarlos del mundo de sus padres de manera efectiva”. 1
La música rock me había sacado muy eficientemente del mundo de mis padres. Cuando todavía era un adolescente me escapé del internado del colegio y de mi casa. Me arrestaron por consumo de drogas y hurto. Y me peleé, en ocasiones físicamente, con compañeros y maestros.
Mi sueño era aprender a tocar la guitarra, lo cual hice con mucha prisa, a fin de elaborar mi ingreso al mundo encantado de “sexo, drogas, moda, y rock’n’roll”. Desde luego, yo sabía todo lo que era el “rock”. El empresario de los Rolling Stones lo ha declarado sin vueltas: “Rock es sexo. ¡Hay que llenarles la cabeza a los chicos con eso!” 2
La música rock y la cultura popular le predicaron a mi subconsciente que no había nada malo en el sexo premarital. El resultado se hizo evidente en 1980, cuando a un año de haber finalizado la escuela secundaria fui padre de una niña.
Ocupando un lugar en la escena musical
Me establecí en la música popular local de Sudáfrica. La banda con la que tocaba, “Front Page,” actuó en televisión, y nuestra música fue transmitida por algunas de las radios de música popular. Mis conexiones con un productor pronto me ofrecieron nuevas alternativas en mi carrera. Me hice amigo de Manlio Celloti de Hi-Z Studios. Pronto formamos un nuevo grupo de tres miembros. Después de grabar por un año en el estudio, estuvimos listos para salir en gira al exterior.
En los primeros tres meses después de haber aterrizado en Alemania, nuestra banda de pop-rock “The Reespect” firmó un contrato con la grabadora Polydor en Hamburgo. Polydor lanzó nuestra producción “She’s so Mystical” en septiembre de 1986. Esta producción abrió las puertas de nuevas oportunidades. Nuestra banda fue invitada a participar en una compilación alemana de larga duración junto con artistas tales como Janet Jackson y Elton John.
La vida se volvió una constante sucesión de espejismos con las presentaciones, sesiones de grabación, entrevistas, mujeres, drogas, y todavía más drogas. Para ese tiempo, mi estado moral se había deteriorado hasta tal punto que no había vicio que yo no hubiera experimentado. Entretanto, el éxito de nuestras grabaciones causó diferencias entre los componentes de nuestra banda y finalmente el grupo se disolvió.
Un día, después de una sesión maratónica de grabación y una formidable orgía de drogas, me encontré tirado de cara sobre el piso frío del baño de la casa de una vocalista en Hamburgo. Me estaba ahogando en mi propio vómito, luchando por mi vida. Sin embargo, me sentí lo suficiente consciente como para clamar al Dios de mi juventud, a quien había olvidado hacía mucho tiempo.
Pero él no se había olvidado de mí ni me había abandonado. Algo milagroso ocurrió ese día. Se había producido un vuelco importante en mi experiencia espiritual. Pero éste era sólo el comienzo de un tortuoso viaje durante el cual experimentaría muchas recaídas dentro de la música rock antes de ganar la libertad completa de esa adicción.
Regreso a la cordura
Regresé a Sudáfrica, determinado a romper con mi pasado pecaminoso y forjar una nueva vida. Decidí seguir el ejemplo de Músicos Cristianos Contemporáneos usando mi talento musical y adoptar una versión modificada de la música rock, a fin de usarla como un instrumento para la testificación.
Bien pronto me di cuenta que no hay diferencias significativas entre el rock “secular” y su contraparte “cristiana”, fuera de la letra. La Música Cristiana Contemporánea responde al criterio esencial del rock, por lo tanto no puede legítimamente ser interpretada como parte del culto y la adoración en la iglesia. Y la razón es simple: el impacto de la música rock se establece a través de la música misma y no por la letra de sus canciones.
Esta relación afectiva con el rock, prolongada por intermedio de su “primo hermano” cristiano, precipitó mi caída. Comencé a involucrarme con la clase de música que había estado interpretando antes. La complicación se hizo más fácil porque lo único que debía cambiar era la letra. El estilo musical era el mismo. Me vi cayendo gradualmente en un remolino que me llevaba de vuelta a la completa oscuridad. De manera que rápidamente reinicié mi carrera en el rock en Ciudad del Cabo.
En uno de mis recitales en vivo conocí a Sue, quien llegó a ser una parte muy importante de mi vida. Sue y yo asistimos a un Seminario de Profecías que se organizó en nuestra ciudad. Como resultado del mismo fuimos bautizados en la Iglesia Adventista. La nueva verdad hallada satisfacía nuestras más profundas convicciones. Tres meses después estábamos fuera de la iglesia. La música rock estaba todavía en mi alma. Antes de que atinara a darme cuenta, estaba otra vez resbalando dentro de un escenario de música popular.
En ese momento formé mi propia banda “Proyect Cain”, un nombre a la medida de mi desaliento espiritual. Estaba ocupado grabando con el popular tecladista Duncan Mckay, del famoso grupo “10 CC”, cuando me llamaron para ir a Puerto Elizabeth, 700 millas al norte de Ciudad del Cabo. El contrato establecía un compromiso de tres meses de duración. Fui contratado como solista para presentarme seis noches por semana en uno de los centros nocturnos más concurridos de la ciudad.
Puerto Elizabeth vino a ser la última curva en mi peregrinaje espiritual. Alquilé una casa de campo próxima a una bella playa solitaria. Como mis presentaciones eran por la noche, tenía tiempo durante el día para vagabundear por la playa y reflexionar en todo lo que había estado sucediendo en mi vida durante esos últimos pocos años. Percibí al Espíritu Santo hablándome como nunca antes. Examiné los más íntimos repliegues de mi mente confundida. Por momentos las verdades ocultas de mi espíritu magullado eran demasiado duras de encarar. Me quebrantaba en vergonzante angustia permitiendo que las lágrimas del arrepentimiento lavaran las manchas de mis pecados. En ocasiones sentía la reprensión y el consuelo del Espíritu brindando sanidad espiritual a mi vida.
Pude ver la puerta de la aceptación divina abierta de par en par. Audazmente la traspuse dejando atrás mi oscuro pasado. Luego de mi regreso a casa en junio de 1994, Sue y yo tomamos la decisión que por la gracia de Dios no habría retorno al mundo del rock. Seis meses después nos casamos, y desde entonces hemos dedicado nuestras vidas especialmente en favor de aquellos que están buscando liberarse del poder hipnótico de la música rock.
¿Cómo hacer decisiones claras sobre música?
1- Haz tu decisión sobre lo que constituye buena música en base a información real y no la influencia de algún grupo de personas. No debes sacrificar tu gusto personal o tus preferencias particulares. Ellas simplemente deberán ser santificadas y refinadas.
2- Considera tu nueva selección musical como una aventura o un proceso de descubrimiento. Toma tiempo para definir y refinar tu gusto. Descubrirás que lo que considerabas la única opción musical posible era sólo una pequeña fracción de la buena música disponible.
3- Escucha cuidadosamente la letra para determinar si es bíblicamente aceptable o no. Aunque hay diferencia entre la música y la letra que se dedica a la adoración y la que es para el solaz personal, el concepto básico de escoger lo que es puro y ennoblecedor es el mismo (ver Fil. 4:8).
Brian Neumann reside en Sudáfrica. Ha conducido seminarios sobre percepción musical en África, Europa y Norteamérica. Su dirección electrónica es: neusue@lando.co.za La historia completa del peregrinaje musical de Neumann esta incluida en el libro El cristiano y la música rock, de Samuele Bacchiocchi, ed. (Berrien Springs, Michigan: Biblical Perspectives, 2000) Dirección: 4990 Appian Way; Berrien Springs, Michigan 49103; E.U.A. Dirección electrónica: sbacchiocchi@qtm.net
Notas y Referencias:
1. En Peter Herbst, The Rolling Stone Interviews (Rolling Stones Press, 1981).
2. Ver Time, (28 de abril, 1967) p. 53.

¿Tiene Importancia la Música que Escoges?

Por: Marvin L. Robertson

No importa a dónde uno vaya, ya sea a una agencia de viajes, a un supermercado, un banco, o pase frente a la pieza de un adolescente, allí está ella, la casi omnipresente música. Puede ser suave o estridente, rock o rap, clásica a popular.
¿Nos queda alguna posibilidad de elección? En esta época de explosión tecnológica, ¿podemos realmente elegir la música que escuchamos? ¿Existen normas que podamos aplicar a nuestro gusto musical, a la enseñanza y a la práctica de la música?
Durante siglos las discusiones relacionadas con la música han ocupado el centro del escenario. Los músicos, los filósofos y los teólogos han tratado de resolver el problema con preguntas relativas a los efectos que los diferentes estilos musicales tienen sobre las emociones humanas y sobre los patrones de conducta.
La religión ha tratado de diseñar el papel que la música tiene en la adoración. Y los educadores no se han quedado atrás en el debate.
La Biblia trata acerca del papel vital que tuvo la música en la religión y cultura judías y en la iglesia cristiana primitiva. Nota la variedad de estilos y aplicaciones dadas a la música en la tradición bíblica: el canto de Moisés aseguraba el acto de liberación triunfal de Dios (Éxo. 15); David utilizó la música como terapia para Saúl (1 Sam. 16:14-23); Esdras registró el traslado desde Babilonia de 200 hombres y mujeres cantores para ayudar al restablecimiento del culto en el nuevo templo de Jerusalén (Esd. 2:65).
En el canon sagrado, el libro de Salmos y el Cantar de los Cantares comprueban el valor que la música tenía en el Antiguo Testamento. Las instrucciones del apóstol Pablo relativas al canto muestran la importancia que la iglesia cristiana primitiva daba a la música (1 Cor. 14:15; Efe. 5:19; Col. 3:16).
La historia de la iglesia continúa el registro de esta tradición. Lutero y Calvino tenían convicciones muy definidas en cuanto al papel de la música en el culto corporativo y en la vida de cada creyente.1 Somos herederos de la rica herencia musical dejada por Lutero, la que incluye su famoso himno reformista: "Castillo fuerte".
La iglesia no es la única que se preocupa por la música, sino también los educadores. Allan Bloom confirma esto al decir:
Los estudiantes pueden carecer de libros, pero por cierto que no carecen de música. No hay otra cosa más singular en esta generación que su adicción por la música. Esta es la era de la música y el estado del alma que la acompaña... Hoy en día, una gran proporción de jovencitos de entre diez y veinte años viven para la música. Es su pasión y no hay nada que los entusiasme tanto como la música, fuera de la cual no pueden tomar nada en serio. Y nada que los rodee - escuela, familia, iglesia - tienen nada que hacer con su mundo musical.2
El psiquiatra inglés, Anthony Storr, hace el siguiente comentario: "La música está libremente a nuestra disposición, por eso la vemos como algo absolutamente normal y minimizamos su poder para el bien o para el mal".3
Es en este contexto que los adventistas han tratado de establecer una filosofía de la música que ayude a fortalecer la relación personal con Cristo y con los principios de su reino.
La música en la Iglesia Adventista
Elena White ha escrito mucho en cuanto al poder del canto y de la música.4 Los principios bíblicos, junto con sus puntos de vista, se han convertido en el pivote para el desarrollo de una filosofía adventista de la música. Podemos resumir sus declaraciones en los siguientes puntos:
· La música es un don de Dios para inspirar y elevar al ser humano. Este don puede pervertirse para servir propósitos malvados, y como tal es la agencia de tentación más atractiva.
· La música ayuda a retener en la memoria las palabras de Dios. "Existen pocos medios tan efectivos como la música para fijar sus palabras en la memoria que repitiéndolas en un canto".
· La música es un valioso instrumento educativo en el hogar y en la escuela. El canto atrae a padres, profesores y alumnos a una relación más estrecha con Dios y entre sí.
· "Como parte del servicio religioso, el canto es un acto de adoración como lo es la oración".
· Por medio de la música "comienza aquí en la tierra la comunión con el cielo. Aquí aprendemos la nota clave de su alabanza".
En 1981 la Asociación General publicó una "Guía para una filosofía adventista de la música" 5 basada en las enseñanzas bíblicas y en declaraciones de Elena White, en la cual se hacen sugerencias muy útiles para tratar temas relacionados con la música. Las revistas adventistas también continúan tratando estas preguntas.
Cómo actuar ante los cambios musicales
Con este antecedente, ¿podemos encontrar conceptos e ideas que nos ayuden a tratar con el siempre cambiante, desafiante - y a veces caótico - mundo musical? Me parece que sí. Mi experiencia como músico, educador y ministro dedicado a la música me ha impelido a desarrollar un esquema de referencia que contiene principios que, si se siguen, nos ayudarán a hacer elecciones inteligentes.
1. La música debe glorificar a Dios. Cualquier música que yo elija escuchar o interpretar, sea ésta sagrada o secular, debe ser para la gloria de Dios. Como intérprete, he tratado siempre de entregarle lo mejor. Una actuación sin preparación, inexacta, no honra a Dios. "Los cristianos que disculpan su mediocridad con una racionalización pía son culpables por no comprender la amplitud del llamado de Dios en sus vidas".6
2. La música, por sí misma, no lo hace a uno moral o inmoral. ¡Con esto no quiero decir que la música no afecte la moral! Sólo quiero decir que el estilo de música preferido (clásico, folklórico, evangélico, pop, etc.) no debe igualarse con la relación que uno tiene con Dios. El hecho de que yo prefiera a Bach, Beethoven y Brahms no me coloca, como persona, en un molde superior al de mi amigo que prefiere a Steve Green o a Sandi Patti. Al tratar con gustos estéticos sería bueno reflexionar en lo que Harold Best ha dicho: "La belleza de Dios no es de una hermosura estética sino moral y éticamente hermosa. La belleza de la creación no es una belleza moral; es una belleza estética, una belleza artifactual. La belleza estética se apoya en la forma y en la calidad con que algo se hace o dice. La verdad se apoya en lo que se dice".7
3. La música debe pasar el examen de lo apropiado. Un traje de baño es apropiado en la playa, pero no lo sería en la iglesia. Este mismo principio puede aplicarse a la música. No todos los estilos son apropiados para todas las ocasiones, y algunos estilos nunca serán apropiados para el cristiano. Lo que puede ser una legítimamente perfecta, emotiva, melodía de amor puede no ser adecuada para el servicio de adoración. El contexto es diferente. ¿Debería la música del culto centrar la atención en el placer emotivo en lugar de alabar a Dios? En nuestro mundo con tendencias hacia el entretenimiento, deberíamos ser cuidadosos en distinguir entre entretenimiento y adoración. La adoración es lo que presentamos a Dios; el entretenimiento es "una actuación o show preparado para entretener o divertir".8
4. La cultura condiciona el gusto musical. La norma para clasificar la música como aceptable varía en los diferentes países y en las diferentes culturas. Los adventistas en cada cultura deberían estudiar su propia música y decidir cuál no condice con una actitud exterior cristiana positiva.
5. No todo el mundo de la música popular está permeado de valores cristianos. Hoy en día, el gusto musical no se desarrolla en el hogar, la iglesia o la escuela sino que estamos influidos por los intereses comerciales de la radio, la televisión y el cine. Para muchos jóvenes "la música rock es un tema incuestionable, no problemático, natural como el aire que respiran y muy pocos de ellos tienen alguna relación con la música clásica".9 La utopía global que la Music TV rock-n'-roll trata de crear es una ilustración adecuada de la naturaleza mundial del problema que enfrentamos al confrontar nuevas tendencias dentro de la música.
James St. Lawrence y Doris Joyner presentaron recientemente su informe acerca de la investigación titulada: "Los efectos de la sexualmente violenta música de Rock en la aceptación de la violencia hacia las mujeres de parte de los hombres". Al describir los resultados de su estudio, concluyeron que: "la manipulación experimental realizada incluyó exposición a la sexualmente violenta música llamada heavy-metal rock, a la música heavy-metal rock cristiana, o a la música clásica ligera... Los resultados indicaron que los varones con una orientación religiosa extrínseca [es decir, no motivada por convicciones internas] aceptaban más las creencias sexistas y la violación sexual. La exposición a la música heavy-metal rock sin tomar en cuenta su contenido lírico, aumentó el estereotipado rol sexual del hombre y su actitud negativa hacia las mujeres".10
Al comparar a los muchachos a quienes no les gusta la música metal pesada, con los muchachos a quienes les gusta, Jeffrey Arnett descubrió que estos últimos mostraron una "conducta inquieta" en cuanto a la conducción de vehículos, lo que tiene que ver con el sexo y el uso de drogas. También mostraron tener menos satisfacción con sus relaciones familiares. Las niñas a quienes les gustaba la música metálica pesada tenían una mayor tendencia al hurto, el vandalismo, la promiscuidad sexual, el uso de drogas y una pobre autoestima que sus iguales a quienes no les gustaba ese tipo de música.11
¿Qué significado tienen estos descubrimientos? Las iglesias y colegios se ven incapacitados cuando tratan de llegar a la juventud por medio de la música. La mayoría de la música a la cual los adolescentes están expuestos es anticristiana. Aun cuando las palabras puedan ser adecuadas, la música las anula.
6. La música puede ser usada para controlar las emociones y acciones de una persona sin pasar por el proceso del pensamiento racional. Como lo señaló Storr: "El poder de la música, en especial cuando está combinada con otros eventos emotivos, puede ser tremendamente impresionante. En 1936, durante la reunión popular de Nuremberg, los estruendosos saludos de la vasta multitud, como truenos, llegaron a apagar la música de la multitud de bandas que tocaban celebrando la entrada de Hitler. Pero las bandas ya habían estado allí mucho antes que Hitler apareciera, habían estado precediendo su retórica con la suya, para preparar a la expectante multitud reunida, ayudando y apoyando la dramatización de Hitler, haciendo creer a la multitud que un petit buorgeois fracasado se había transformado a sí mismo en un Mesías... Sin lugar a dudas, al alimentar las emociones de la multitud y al tratar de que esas emociones lleguen juntas y no separadas al momento cumbre, la música puede contribuir poderosamente para que se pierda el juicio crítico y se entregue ciegamente a los sentimientos del momento, que es la característica tan peligrosa de la conducta de las multitudes".12
7. Es legítimo que un cristiano interprete y goce tanto de la música sagrada como de la secular. Con la advertencia de que, como cristianos, debemos estar atentos a que las palabras y la música eleven nuestros espíritus por sobre las preocupaciones mundanas de esta vida.13
8. La música no es un arte estático. Su repertorio se expande y cambia constantemente. Harold Best observa: "La iglesia durante siglos tuvo una verdadera guerra tras otra en cuanto a la pregunta de qué significa para la pintura y la música pedir prestados estilos, formas, procesos, tonos, técnicas, texturas, conformación, gestos e instrumentos de las fuentes seculares... En el momento del préstamo, la guerra es amarga y divisoria, pero con el correr del tiempo, la guerra muere. Lo que antes se condenaba llega a ser sólo cuestionable, si es que no se transforma en completamente sagrado".14
Decisiones:
Como cristianos, se nos confronta continuamente a emitir un juicio con respecto a cada composición musical que escuchamos o ejecutamos. Las siguientes preguntas pueden ayudarte a hacer desiciones correctas:
¿Cuál es el mensaje de esta pieza musical?
¿Qué impacto emocional o de conducta causa?
¿Cuál es su contexto cultural?
¿Cuál es su valor estético?
¿Es apropiada para el culto?
¿Tiene algún valor como entretenimiento?
¿Tiene algún valor educativo?
Reflexión
¿Son realmente importantes nuestros juicios de valores en esta área? ¿Afectan nuestra vida nuestros hábitos auditivos? Me parece que la respuesta es un rotundo ¡Sí! Nuestras elecciones tienen consecuencias eternas. Nos guían hacia una relación profunda con Jesucristo nuestro Señor y Salvador, o nos alejan de ella.
Marvin Robertson (Ph.D., Florida State University) es el decano del Depto. de Música del Southern College, Collegedale, Tennessee, EE. UU. de N.A.
Notas y Referencias:
1. Oliver Strunk, Source Readings in Music History, pp. 59-78; 341-362. 2. Allan Bloom, The Closing of the American Mind (New York: Simon and Schuster, 1987), p. 68.
3. Anthony Storr, Music and the Mind (New York: The Free Press, 1002), p. 45.
4. Ellen White, Education
5. Los lectores interesados en obtener una copia de este documento pueden solicitarlo al director de Diálogo, a la dirección que aparece en la página 2 de este número.
6. Mark O. Hatfield, Conflict and Conscience (Waco, Texas: Word Books, 1971), p. 126.
7. Harold M. Best. Music Through the Eyes of Faith (San Francisco: Harper, 1993), pp. 43,44.
8. The American Heritage Dictionary of the English Language, 1969.
9. Bloom, p. 69
10. Janet S. St. Lawrence y Doris J. Joyner, "The Effects of Sexually Violent Rock Music on Males' Acceptance of Violence Against Women". Psychology of Women Quarterly 15:1 (Marzo de 1991), p. 49.
11. Jeffrey Arnett. "Heavy Metal Music and Reckless Behavior Among Adolescents". Journal of Youth and Adolescence 20:6 (Diciembre 1991), pp. 573-592.
12. Storr, p. 46.
13. Para conocer los puntos de vista de Elena White respecto a la música secular, ver Music-Its Role. Qualities, and Influence as Set Forth in the Writings of Ellen G. White (Washington, D.C.: Ellen G. White Estate, 1972).
14. Best, p. 41.

¡Cuidado con lo que Escuchas!

La influencia de la música puede ser mayor de lo que imaginas

Por: Wolfang Stefani

Desde hace 2,000 años, la música se ha considerado una fuerza tan potente e influyente en la sociedad que los principales filósofos y políticos han abogado por su control, incluso a través de la constitución de su nación. Este fue el caso en Esparta y Atenas. En Japón, en el siglo III a.C., se estableció una oficina imperial de música (el Jagaku-ryo) para controlar actividades musicales.1 Otras culturas antiguas, como las de Egipto, India y China, manifestaron preocupaciones similares. Hoy, un control legislativo o gubernamental de este tipo sería casi incocebible,2 pero incluso en este siglo, hay gobiernos que han implementado leyes para controlar la música.

¿Cuál es el problema?
Muchas personas creen que la música – que no implica ningún problema y, por lo tanto, no requiere ninguna evaluación. Además, ¿por qué tanta preocupación por la música? ¿Cuál es el problema? Para los antiguos las respuestas eran claras. Creían que la música afectaba directamente la voluntad, la que a su vez influía sobre el carácter y por ende, sobre la conducta humana.
Así, por ejemplo, Aristóteles enseñaba que la “música... imita directamente (es decir, representa) las pasiones o estados del alma – apacibilidad, enojo, valor, templanza, y sus opuestos y otras cualidades; por lo tanto, cuando uno escucha música que imita cierta pasión, es imbuido por la misma pasión”.3
Esta no es la declaración de un cristiano ni del sínodo de una iglesia. Estas son ideas de filósofos paganos que vivieron 400 años antes de Cristo.
Algunos cristianos de hoy piensan que solo las iglesias ultraconsevadoras “fastidian” con el tema de la música, con el fin de restringir la libertad de expresión y poner otra carga en la consciencia. Sin embargo, la historia sencillamente atestigua que este no es el caso. A través de las edades, los cristianos, los educados y altamente respetados dirigentes y pensadores ha reconocido el poder de la música y la necesidad de manejarla con discreción.
Es significativo que un prominente antropólogo cultural contemporáneo, estudiante de la música de diversos pueblos alrededor del mundo, escribiera: “Es probable que no haya ninguna otra actividad cultural humana que sea tan generalizada y que impacte, modele y determine tanto el comportamiento humano”.4

¿Realmente Tiene Poder la música?
Entonces, ¿qué es lo que hace que la música tenga tanto poder? ¿Realmente impacta, modela y determina el comportamiento humano? ¿O será esta noción la reliquia de una antigua superstición? Para responder contestamos con amplia evidencia del poder de la música en la vida moderna. Por ejemplo: Podemos escuchar el fondo musical de una película, eliminado la imagen, y observar cuánto se puede determinar de la acción en la pantalla con tan sólo oír la música. O imagine una película de horror, de ciencia ficción, en la cual una monstruosa araña asesina se acerca a un inocente niño, que juega sin sospechar nada. Casi puede “oír” la espeluznante música de fondo, ¿verdad?
Pero, ¿por qué el productor de la película escogió una determinada música? Y, ¿cómo decidió qué música usar en cada escena? ¿Por qué no se utilizó la música de “El monstruo se acerca” en la escena de un cumpleaños o de un jardín de niños? Si se usara una letra como “duérmete, niño, duérmete ya” con la música de “El monstruo se acerca”, ¿se convertiría en una canción de cuna? O, si agregáramos el texto “El Señor está en su santo templo, calle delante de Él toda la tierra”, ¿sería adecuada la música de “El monstruo se acerca” como preámbulo para un culto de cristiano? La respuesta es obvia. Pero, ¿por qué?

Características de la música
Destaquemos, para responder, varios aspectos de la naturaleza de la música. Primero, la música, independientemente de la letra, comunica un mensaje. No son necesarias las palabras para que la música tenga significado.
Segundo, aunque algunos podrían argumentar que la música tiene diferente significado para diferentes personas, y que su efecto es sólo cuestión de una repuesta condicionada, ésta no es una premisa aceptada por los productores de películas, pues al incorporar un tema musical en una película, se da por sentado que tendrá un impacto similar en toda la gente. Si este no fuera el caso, la música para las películas no tendría ningún sentido en otros contextos culturales. Pero las investigaciones han demostrado que el condicionamiento no puede lograr que la música que transmite enojo y odio, o temor o suspenso, a un ser humano, comunique amor, alegría y paz a otros.5
En tercer lugar, los productores de películas obviamente suponen que el impacto de la música... puede influir sobre nuestras emociones y estados de ánimo, y en último caso afectar el comportamiento, inclusive, la toma de decisiones.

¿Por qué Funciona la Música Ambiental?
Es significativo descubrir que la música produce un impacto en esa porción del cerebro que recibe los estímulos de emociones, sensaciones y sentimientos sin pasar necesariamente por los centros cerebrales que involucran la razón y la inteligencia. En otras palabras, la música puede tener un impacto en nosotros sin que nos demos cuenta. La inteligencia, la aptitud musical, el entrenamiento, o el gusto, o estar conscientes de ellas o no, parecen tener poca repercusión.
En apoyo a esto la compañía Muzak, una de las principales productoras de música ambiental en Australia, reportó “un 17 por ciento de incremento en la productividad en una fábrica, un 13,5 por ciento de mejoramiento en el desempeño del personal de una oficina y un 53 por ciento de reducción en la rotación de personal en el departamento de reservaciones de una aerolínea”,6 después de haber instalado música ambiental.
La ciencia médica también ha explorado el potencial de la música para influir sobre el subconsciente. Por ejemplo, el número de junio de 1989 de la revista Prevention informó que “cuando te toca música para los pacientes antes, durante o después de la cirugía, se ha encontrado que se reduce la ansiedad, aminora el dolor, disminuye la necesidad de medicamentos y se acelera la recuperación. En otro estudio, cuando se ponía una música suave en una sala de operaciones durante la cirugía, la cantidad de sedantes requeridos disminuía a la mitad”.7
El mismo artículo, reportando otro estudio, observó: “El investigador estimó que la música tenía un efecto comparado a una dosis intravenosa de 2,5 miligramos de Valium”.8 Estudios similares se reportaron en el número de Reader’s Digest correspondiente a agosto de 1992.

Música en las Compras
La influencia de la música en la toma de decisiones fue puesta de manifiesto en un estudio de compras impulsivas. Esta investigación, realizada en la Universidad de Loyola, en Chicago, demostró que “vende más la música suave”.
Un folleto de la compañía Mazuk hace la siguiente afirmación: Guiada por una junta de asesores científicos, ahora Mazuk se interesa en la investigación de aplicaciones no recreativas de la música. “Hemos producido programas para estudios cardíacos, para reducir las tasas de mortalidad; programas especiales para mejorar el estado de alerta y seguridad de los operadores de automóviles, para mejorar la habilidad de aprendizajes de los estudiantes, la receptividad de los televidentes, y las reacciones de personas en complejo manejo de monitoreo”.9
En verdad, mucha de la música más escuchada ha sido desarrollada con un propósito ajeno a la motivación cristiana, con raras excepciones. Al aceptar la noción de la neutralidad moral de la música, los cristianos han sucumbido a la imitación de estímulos iniciados secularmente, abandonando la tarea de crear algo netamente cristiano en el arte musical. Una cosa es cierta: con el poderoso potencial que tiene la música para influir en el pensamiento y comportamiento humanos, podemos estar seguros de que el diablo no la pasará por alto en su esfuerzo por seducirnos.

Conclusión
La evidencia del poder de la música es abrumadora. Como cristianos debemos reconocer que la naturaleza de la música es tal, que puede afectarnos de muchas maneras. Indudablemente juega un papel preponderante en la batalla espiritual por las almas; particularmente en los eventos del fin de los tiempos. Se necesita sabiduría y perspicacia espirituales si hemos de glorificar a Dios con la música, porque “a menos que esté dentro de nosotros aquel que está sobre nosotros, pronto nos doblegaremos a aquello que está alrededor de nosotros”.10
En este asunto son necesarias la reflexión y la discusión con oración, aunadas a la disposición de seguir la dirección del Espíritu Santo y asumir una posición firme de parte de Dios en esta área, pase lo que pase. Que Dios bendiga nuestros esfuerzos por tomar las decisiones adecuadas con relación a la música.

Wolfang Stefani, es pastor ordenado de la Iglesia Adventista del Séptimo Día,
Y músico profesional. Tiene un doctorado en Educación Religiosa de la
Universidad Andrews, en Barrien Springs, Michigan.

Notas y Referencias:
1- Ivan Vandor, “The Role the Music in the Education of Man: Orient and Occident”, The Word of Music 22, 1980, p. 13.
2- Evidencia de esto es la indignación surgida en Estados Unidos cuando, a mediados de la década de los ochenta, se sugirió que las grabaciones de música popular llevaran una nota de advertencia si la letra era explícitamente pornográfica o volenta.
3- Donald Jay Grout, E History of Western Music (Londres: J. M. Dent e Hijos, 1973), p. 7. Compárese con los escritos de Confucio en The Wisdom of Confucio (Neuw York, Random House, 1938), pp. 251-271.
4- Alan P. Merriam, The Anthropology of Music (Chicago, Illinois: Northewestern Universiry Press, 1964), p. 218.
5- Véase Manfred Clynes, Sentics: The Touch of the Emotions (New York: Anchor Press/Doubleday, 1977), pp. 45-51.
6- Anne H. Rosenfeld, “The Sound of Selleing, The Beautiful Disturber”, Psychology Today, 19 de diciembre, 1985, 56.
7- Robert E. Orenstein y David S. Sobel, “Guetting a Dose of Musical Medicine”, Prevention 41, junio 1989, pp. 97-98.
8- Ibíd.
9- “Mazuk... in Offices”. Folleto publicitario de Mazuk, una compañía Teleprompter de Australia.
10- P. T. Fortsythe, en Franklin Segler, Cristhian Wordship: Its Theology and Practice (Nashville, Tennessee: Broabman Press, 1967), p. 81.

El Baile, ¿Debemos Bailar?

Tomado de: “El Joven Adventista y su estilo de vida” ACES, 2002, Pág. 91-96

¿Has estado alguna vez en un lugar, como decir en una tienda o en la esquina de una calle cuando repentinamente escuchaste música? No sólo música, sino música con golpes estruendosos. Es posible que nunca antes hayas escuchado esa pieza en tu vida. Y que ni siquiera conozcas la letra, pero antes que te dieras cuenta, tu pie repentinamente se mueve o tu cuerpo se balancea con la música. ¡Estás bailando!
Para esto, ya todos sabemos que los cristianos Adventistas del Séptimo Día no bailan. No se mueven con el ritmo. Y tampoco comienzan a contorsionarse en ninguna forma, manera o estilo. Pero, ¿sabes por qué? Si piensas que es porque todo lo que es baile está mal tendrás que volver a pensar. Bailar, es decir, moverse rítmicamente con la música, no es algo inherentemente malo.
Algunos personajes de la Biblia bailaron. Bailaron. El baile no siempre fue algo malo. ¿Qué es aquello que hace que el baile sea unas veces bueno y otras veces malo? Para responder a esta pregunta, comencemos con David, porque David fue en definitiva un bailarín.
Llenas de entusiasmo, las muchedumbres se agolpaban para ver la procesión que pronto pasaría ante ellos. Podían escuchar el sonido de la trompetas y de los tamborines. Cánticos y alabanzas a Jehová hacían eco a lo largo del campo. El Arca del Pacto estaba llegando a Jerusalén. Habían pasado muchos años para que el arca estuviera en su justo lugar de honor. Eso llevaría a un cambio.
A medida que la procesión se acercaba, una figura se hacía cada vez más clara a los observadores que festejaban. David, el rey de Israel, no estaba con sus ropas reales. Bailaba delante del arca con un efod de lino blanco. David estaba haciendo notoria una situación. En aquellos días, cuando un ejército capturaba a las tropas enemigas, era costumbre forzar a uno o más de los cautivos para bailar alegremente delante del rey victorioso. Esto simbolizaba la sujeción y humildad del cautivo en presencia del rey. Mientras David bailaba delante del arca, quería que todo Israel reconociera que él era un cautivo de Dios. Estaba mostrando su humildad y sujeción al Rey del Universo.
¿Piensas que el pueblo quedó espantado al verlo bailar? No. ¿Crees que la muchedumbre entendió el mensaje que David estaba demostrando? Con toda seguridad. ¡Y qué gran mensaje era aquel!
La Biblia sólo tiene 27 versículos, que mencionan directamente el baile. A partir de ellos podemos deducir qué elementos y actitudes debe incluir el baile a fin de ser aceptable ante Dios, y a la vez, apropiada para nosotros. En el Salmo 150: 3-5, leemos: “Alabadle a son de bocina; alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza; alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes; Alabadle con címbalos de júbilo”.
Es obvio que este versículo habla sobre el uso del baile como un medio de adoración a Dios. Es importante comprender el significado hebreo del baile en este texto. De lo que se está hablando aquí es en relación al baile o ronda. No se trata de una danza individual o de una pareja, como muchas de los bailes seculares de hoy. No hay nada que sugiera aquello. Consiste de movimientos como saltos y vueltas.
Otros versículos hablan sobre el baile como un medio para expresar gozo entre una comunidad de personas. Por lo general, eso se debía a que habían obtenido la victoria en la batalla sobre el enemigo. (Ejemplos incluyen Exo. 15:20; Jueces 11:34; 1 Sam. 21:11; Jer. 31:4 y Luc. 15:25). Estos temas nos muestran que el baile ante Dios, como una forma de adoración, sujeción y reverencia, es apropiado para el cristiano.
Si estás pensando que, “después de todo, bailar está bien”, ten en mente que hay otras cosas que considerar, a parte de su aceptabilidad como una forma de adoración. Si pasaras por el pasillo del medio de tu iglesia saltando y bailando este sábado, imitando a David, no esperes una bienvenida gozosa como la que él recibió. Todo tiene su tiempo y su lugar. El tiempo y el lugar para bailar en adoración a Dios no es aquel que resultará ofensivo para otros, sin interesar cuan bíblico sea. Como con cualquier otra actividad, es importante recordar la amonestación de Pablo a los Corintios: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios” (1 Cor. 10:31-32).
Por supuesto que Satanás trabaja arduamente para pervertir cualquier cosa buena que Dios nos ha dado. Ha hecho lo mismo con el baile, torciéndolo hasta que no sólo no hay nada bueno en el baile secular, sino que está tan lleno de intenciones malvadas que los cristianos procuran evitarlo totalmente. Y existen algunas forma de baile que se deben evitar.
Cuando los israelitas estaban reunidos al pie del Monte Sinaí, Dios dio la orden de que no tuvieran otros dioses delante de él. Hoy, reconocemos que esa orden es parte de los Diez Mandamientos. Unos pocos capítulos después, en Exodo 32, los mismos israelitas estaban bailando y adorando al becerro de oro.
Si nuestro baile es para adorar a Dios, entonces tenemos que estar seguros que no es una forma de adoración a otro dios. En algunas partes del mundo, los bailes folclóricos se usan para adorar a los dioses de la fertilidad, a los espíritus de los muertos, o para una pacificación a Buda, o algún otro dios.
En Mateo 14, la historia de Salomé – la hija de Herodías - que bailó ante Herodes, añade otra dimensión a la degradación del baile. La historia implica que la actuación de Salomé fue de naturaleza muy sexual. Viéndose acosado sexualmente, Herodes locamente prometió a Salomé cualquier cosa que pidiera. Debido a que Herodes permitía que esas emociones lo controlaran, Juan el Bautista perdió la cabeza – literalmente.
Antes de que los israelitas cruzaran el río Jordán, muchos de los hombres se dejaron seducir por las mujeres moabitas (Mira Números 25). Como parte de su involucramiento, los hombres participaron de actos desenfrenados que incluían el baile. El baile promovió la excitación sexual inapropiada. La Biblia dice: “Y el furor de Jehová se encendió contra Israel” (Núm. 25:3). Dios dio instrucciones a Moisés para que aquellos que habían participado en esos eventos murieran. Cuando todo terminó, veinticuatro mil israelitas murieron. ¿Los mató Dios porque bailaron? No; fue por el tipo de conducta inapropiada que los llevó a acciones repugnantes e inaceptables delante de Dios.
Como podemos ver en estas historias, hay algunos tipos de bailes que siempre son inaceptables:
Los bailes que adoran, en cualquiera de sus formas, a cualquier otro dios fuera del Dios del universo.
El baile que busca excitar sexualmente a los participantes.
El baile en el que no podemos invitar a Dios a participar y observar con nosotros.
El baile secular, aparte de ser sugestivo, por lo general, se realiza en un ambiente que es poco deseable. Las pistas de baile están ubicadas en salones aglomerados, llenos del humo de cigarrillos y donde se usa alcohol y otras drogas. Inclusive los que no fuman están expuestos a las peligrosas concentraciones del humo de segunda mano. Los parlantes están con tanto volumen que se puede sentir las vibraciones dentro del cuerpo. Con frecuencia los bailarines experimentan por días tinnitus, un sonido en los oídos causado por los ruidos fuertes, después de una noche de baile. Del mismo modo, la letra de la música secular que se elige para bailar es objetable para el cristiano.
Considerando esto, ¿puedes decir con honestidad que tu participación en el baile secular demostraría a otros el carácter de un cristiano? ¿O estarías comprometiendo tu testimonio? Ya que es a eso a lo que lleva, ese es el fondo. En toda decisión que hacemos estamos decidiendo estar de parte de Dios, o en su contra. Asegúrate de saber a quien eliges. Eso lo que hace la gran diferencia del mundo.
PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN
¿Qué harías si te invitaran a una fiesta con algunos amigos cristianos y comienzan a tocar música mundana y a bailar? ¿Qué dirías si te dijeran que te les unieras?
¿Por qué en la Biblia fue aceptable el baile de David, pero no lo es para nosotros hoy? ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué es lo que hace que el baile sea aceptable o no? ¿Es el baile hoy siempre apropiado?
¿Cómo responderías a un amigo que te pregunta el por qué los Adventistas no bailan?
¿Qué es lo malo del baile secular? ¿Por qué Dios no lo aprueba? ¿Puedes apoyar tu respuesta con textos bíblicos? Si es así, ¿con cuáles?
Referencias:
Strong, James, Strong´s Exhaustive Concordance of the Bible, Nashville TN: Crusade Bible Publishers, Inc. p. (Concordancia principal) 232 (Diccionario Hebreo y Caldeo) 64, (Diccionario Hebreo y Caledo) 37.
Blanco, Jack, The Clear Word, Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing Assoc., 1994, p. 382

viernes, 6 de febrero de 2009

UN ESTUDIO DE LA ADORACION

Por Jaime Restrepo

Introducción:

1. Definición de adoración:
a. ¿Qué Es Adoración? - "El acto de tributar reverencia, adoración u homenaje a Dios" - (Diccionario Winston).
(1) "Adoración" se traduce de cuatro palabras en Griego: (a) Proskuneo - "Besar la mano de"; hacer cortesía, hacer reverencia. El acto de tributar homenaje, Juan. 4:24. (b) Sebonai - Reverenciar, con fuerte sentimiento de temor reverencial, Mateo 15:9. (c) Latreuo - Servir, rendir servicio religioso, homenaje, Filipenses 3:3. (d) Eusebeo - Actuar piadosamente hacia [Alguien], Hechos 17:23. (2) Cada una de esta palabras expresa la acción que uno hace hacia Dios. La adoración es un acto externo motivado por un sentimiento interno. No es lo que uno recibe, ¡sino más bien lo que uno le da a Dios! - (Primeros Rudimentos del Cristiano - DOCTRINA BIBLICA BASICA, LIBRO I, PARTE 1; por Robert Karkrider, Pág. 54.
b. Joseph H. Thayer: PROSKUNEO - "besar la mano a (hacia), una señal de reverencia ... de aquí que entre los Orientales, esp. los Persas, caer sobre las rodillas y tocar el piso con la frente como una expresión de profunda reverencia; ... por esto en el N.T., por arrodillarse o postrarse para hacer homenaje (a uno) o hacer reverencia, ya sea para expresar respeto o para hacer súplica. Es usado a. del homenaje mostrado a hombres de un rango superior: ...b. del homenaje rendido a Dios y al Cristo ascendido, a los seres celestiales, y a los demonios ..." (Léxico Griego-Inglés, #4352, Pág. 548). c. W.E. Vine: "PROSKUNEO - Hacer reverencia, dar obediencia a (de pros, hacia, y kuneo, besar), es la palabra más frecuente que se traduce adorar. Se usa de un acto de homenaje o de reverencia (a) a Dios, (b) a Cristo, (c) a un hombre, (d) al Dragón,
(e) a la Bestia, (f) a demonios, (g) a ídolos ..." (Otras cuatro palabras Griegas, que son traducidas adorar también son mencionadas, J.R., luego el Sr. Vine hace la siguiente anotación:) "NOTA: La adoración a Dios no se define en ningún pasaje de las Escrituras. Una consideración de los verbos anteriores muestra que no queda limitada a la alabanza; ampliamente puede considerarse como el reconocimiento directo de Dios, de Su naturaleza, atributos, caminos, y demandas, ya bien por el derramamiento del corazón en alabanza y acción de gracias, o bien mediante actos ejecutados en el curso de tal reconocimiento" - (Vol. 1, Págs. 47-48).
d. Arndt & Gingrich: PROSKUNEO - "... usado para designar la costumbre de postrarse uno mismo ante una persona y besar sus pies, el borde de su vestido, el piso, etc.; los Persas hicieron esto en la presencia de su rey deificado, y los Griegos ante una divinidad o algo santo; (caer y) adorar, hacer homenaje a, postrarse uno mismo ante, hacer reverencia, dar la bienvenida respetuosamente, ... Esta reverencia o adoración es dada: 1. seres humanos ... 2. a Dios ... 3. al Diablo y seres Satánicos ... 4. a los ángeles ... 5. a Jesús, quien es reverenciado y adorado como Rey Mesiánico y Ayudador Divino ..." - ("Léxico Griego-Inglés del N.T., Págs. 723-724).
e. Diccionario Bíblico de Smith: "ADORACION. - Los actos y posturas en la adoración son similares en todas las naciones Orientales, y han llegado hasta el presente desde la antigüedad remota sin cambio. Es creído que los Hebreos en todas sus oraciones usaron todas las formas de postura y postración. que los Arabes modernos han agrupado en una oración, que son nueve posiciones. Todas estas son encontradas en los monumentos de Egipto y Asiria. La oración es hecha de pie, con las manos levantadas o cruzadas o dobladas; esta es la postura ante los reyes o grandes hombres. Las manos también son extendidas como en súplica; solamente una mano es levantada al tomar un juramento (Gén. 14). El arrodillarse es una forma común (1 Rey. 7; Esd. 9; Dan. 6; Luc. 22); la postración del cuerpo, reposando sobre las rodillas y los brazos, la frente tocando el piso, y todo el cuerpo yaciendo a lo largo, la cabeza siendo bajada. Los monumentos muestran figuras arrodillándose sobre una rodilla y golpeando el pecho; sentándose sobre talones, las manos siendo dobladas, es una actitud muy respetuosa (1 Cr. 16:16; 1 Rey. 18:42). Entre los Romanos la postración era el acto peculiar de adoración (Hch. 10:26); pero los Orientales lo hacen sólo en sentido de respeto y reverencia. Besar la cabeza (1 Sam. 10), la mano, el borde del vestido, o la tierra cercana al objeto de respeto, y besar la propia mano de uno (Job 31:27; Oseas 13:2), a personas o ídolos. Sostener la mano sobre la boca como besando es el acto mas sublime de respeto y adoración" - (Pág. 8). (1) "El hombre entonces se inclino y adoró a Jehová" - (Gén. 24:26; Comp. 24:48). (2) "... se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba" - (Ex. 33:10). (3) "Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró" - (Ex. 34:8). (4) "... Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró ..." (Jos. 5:14). (5) "... Y el rey adoró en la cama" - (1 Rey. 1:47). (6) "Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor" - (Sal. 95:6). (7) "... con el rostro inclinado a tierra te adorarán ..."- (Isa. 49:23). (8) "... y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios ..." - (1 Cor. 14:25). (9) "Por la fe Jacob ... adoró apoyado sobre el extremo de su bordón" - (Heb. 11:21; Comp. Gén. 47:31).
f. Los términos mismos usados para adoración, transmiten los conceptos de servicio y ministerio. En el Antiguo Testamento, el término general usado es abodah, de abad, "laborar, servir". Generalmente se traduce en "el servicio a Dios". El acto específico de adoración se expresa en la palabra hishtahawa, que deriva de shaba, "inclinarse1, postrarse". El concepto es el de cortesía con el fin de servicio. En el Nuevo Testamento la palabra que corresponde al término del Antiguo Testamento abodah es latreia. originalmente significaba "servitud" o "el estado de un trabajador alquilado o un esclavo". Debido a su uso amplio, especialmente con respecto a las prácticas cúlticas, llegó a denotar "el servicio a Dios" o adoración divina. La palabra del Nuevo Testamento que corresponde al término del Antiguo Testamento hishtahawa es proskunein. Este significa literalmente "besar la mano (hacia) a alguno" y metafóricamente "postrarse, hacer una reverencia o adorar". Proskunein que aparece 60 veces, también lleva en su etimología el concepto de servicio al objeto de adoración".
La mezcla de los conceptos de lo que llamamos adoración y servicio, prevalece también en relación con el verbo leitourgein. Hechos 13:2 usa una forma participial (leitourgounton) para expresar la idea de adoración, en tanto que Pablo usa una forma infinitiva (leitourgesai) para indicar servicio. Les dice a los romanos que los gentiles que recibieron bendiciones espirituales de los cristianos de Jerusalén, deben también ser de "servicio" a ellos en bendiciones materiales, esto es, levantar una ofrenda para ayudarlos en su pobreza (Rom. 15:27). El nombre leitourgia puede referirse a las ministraciones de un sacerdote, como en el caso de Zacarías, padre de Juan el Bautista (Lucas 1:23). El término también pudiera significar ministerio en su sentido más amplio (Heb. 8:6), o el acto de adoración mismo (Heb. 9:21), o las obras sacrificiales de otros (Fil. 2:17; ver 2 Cor. 9:12). El ministro es un leitourgos, esencialmente un siervo del pueblo. Pablo escribe a los Cristianos de Roma que debido a la gracia que le fue dada por Dios él fue hecho "ministro (leitourgon) de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios (Rom. 15:15-16). Cristo, nuestro sumo Sacerdote, es también un ministerio (leitourgos) para nosotros en el santuario celestial (Heb. 8:2). Lo que es importante en estos términos es el transfondo de ministerio o servicio a Dios. En las instrucciones de Jesús a sus discípulos antes de morir, les advirtió que sus enemigos los echarían de las sinagogas; "y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio (latreian) a Dios" (Jn. 16:2). El apóstol Pablo apela a los Cristianos de Roma a presentar sus cuerpos "en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional (latreian)" (Rom. 12:1, ver "servicio"). A los filipenses les escribe: "Porque nosotros somos la circuncisión, lo que en espíritu servimos (latreuontes) a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne" (3:3). En el Apocalipsis, Juan ve una gran multitud sin número reunida de entre todas las naciones adorando (prosekunesan) a Dios (7:11). Cuando pregunta sobre su identidad, los ancianos responden que ellos venían de la gran tribulación y que habían lavado sus ropas en la sangre del Cordero. "Estos... están delante del trono de Dios y le sirven (latreousin) día y noche en su templo" (7:14-15). Adoración es pleitesía, reverencia, y comunión. Pero al mismo tiempo, es la ofrenda de uno mismo en servicio a Dios. Es identificación con Dios por medio del Espíritu para maturación en amor y para el ministerio de amor a la humanidad.2 g. La definición más sencilla para adoración es, la expresión de adoración del corazón de uno.
2. El uso de la palabra "adoración" en el Antiguo Testamento. (Robert Young enlista 116 veces la palabra usada en el Antiguo Testamento. Véase la Concordancia Analítica de Young.3
a. Es traducida muy frecuentemente de la palabra Hebrea SHACHAH, que significa "inclinarse, arquearse, agacharse, doblarse". (99 veces).
(1) Para esta sección buscar todos los pasajes de como se traduce en su número de veces. (2) Esto nos ayuda a entender el verdadero significado de la palabra shachah, que es tan frecuentemente traducida adorar. b. SEGAB es traducida "adorar" 11 veces - "postrarse, hacer reverencia". Daniel 2,3. c. ABAD (5 veces en 2 Reyes 10) "hacer, servir". d. ATSAB (1 vez, Jer. 44:19) "tributar culto".
3. La palabra ADORAR es encontrada setenta y seis veces (76) en el Nuevo Testamento.
a. Mas frecuentemente del Griego proskuneo, "Besar la mano de; hacer cortesía, hacer reverencia" (59 veces). b. Es encontrada otras diecisiete veces (17), de diez (10) palabras diferentes. (Véase Concordancia Analítica de Young).
(1) "Gloria" (1) Lucas 14:10. (2) "Ser reverente, piadoso" (1) Hechos 17:23. (3) "Servir, curar, sanar" (1) Hechos 17:25. (4) "Observancia religiosa" (1) Colosenses 2:18. (5) "Adorar públicamente" (4). (6) "Un barrendero del templo" (1). (7) "Un adorador" (1) Juan 4:23. (8) "Venerar" (6). (9) "Un objeto de veneración" (1). (10) "Temeroso" uno que venera a Dios, (1) Juan 9:31.

I. EL HOMBRE ES UNA CRIATURA DE ADORACION.

Por naturaleza adorará algo o a alguien.
A. En vista de que somos "linaje de Dios" (Hch. 17:29), El es el "Padre de nuestros espíritus" (Heb. 12:9), por tanto, tiene el derecho de dirigirnos en nuestra adoración. 1. Podemos conocer la mente de Dios solamente como se ha revelado El mismo al hombre (1 Cor. 2:11-13). 2. En Su palabra Dios enseña al hombre cómo adorar. a. Adorar en alguna forma no enseñada en Su palabra es ser presuntuoso y atrevido. ¿Cómo podemos saber que Dios estará agradado con nuestra adoración si no nos ha dicho que tal adoración le agrada?
B. Debiera ser notado que alguna adoración no es aceptable o agradable a Dios. 1. Jesús dijo a la mujer en el pozo, "Vosotros adoráis lo que no sabéis ..." (Jn. 4:22). ¿Esto estaba agradando a Dios? 2. "... en vano me honran ..." (Mat. 15:9). a. "La adoración que me brindan no les sirve de nada ..." (Mat. 15:9 - Biblia al Día, véase Interlineal). b. "Mas en vano me rinden culto ..." (Mat. 15:9 - B.A.; V.M.; NVI.) 3. "... honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador ..." (Rom. 1:25). a. "... y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador ..." (Biblia de Jerusalén, véase también B.L.; E.P.; D.H.H.). 4. "... al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle ..." (Hch. 17:23). 5. Los Judíos entendían que la adoración de uno podía ser errónea. "... Este persuade a los hombres a honrar a Dios contra la ley" (Hch. 18:13). a. "... Este persuade a los hombres que den a Dios un culto contrario a la ley" (Hch. 18:13 - Versión Moderna, véase también NVI, E.P.). b. "... Este persuade a la gente para que adore a Dios de una manera contraria a la ley" (Biblia de Jerusalén, véase también el Interlineal, B. al Día, B.A., D.H.H.). c. "Este hombre quiere persuadirnos a que sirvamos a Dios de una manera que nuestra Ley prohíbe" (Hch. 18:13, Biblia Latinoamericana). 6. "... y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia ..." (Hch. 19:27). a. "... a quien adora toda Asia ..." (Biblia de Jerusalén). 7. "Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario ..." (Col. 2:23).
Nota: Estas referencias ciertamente garantizan las siguientes conclusiones:
(1) Uno puede adorar a Dios y aún estar equivocado. (2) Uno puede adorar al Dios verdadero y aún estar equivocado. (3) Hay diferentes clases de adoración. En el punto siguiente estudiaremos cada una de estas.

II. HAY DIFERENTES CLASES DE ADORACION.

(Nota: Aunque uno puede nombrar cada clase de adoración separadamente, creo que todas las clases de adoración pueden ser colocadas bajo dos encabezados, eso es, la adoración verdadera y la falsa).
A. La verdadera adoración - adoración aceptable (Jn. 4:23-24). 1. La verdadera adoración estará dirigida a Dios, y será rendida en espíritu y en verdad. a. Un estudio más amplio será dado a estos puntos, cuando estudiemos los requerimientos de la verdadera adoración.
B. La adoración falsa - adoración no aceptable (Jn. 4:23-24). (Nota: Lo falso es lo opuesto de lo verdadero, lo inaceptable de lo aceptable. Por tanto, si uno pudiera tener una verdadera adoración, también podría tener una falsa adoración). 1. La adoración vana (Mat. 15:9). a. Jesús enseñó que los Judíos estaban adorando en vano porque estaban "enseñado como doctrinas, mandamientos de hombres". (1) Ellos dirigieron su adoración a Dios, pero estaban enseñando doctrinas de hombres y esto hizo su adoración vana (vacía, no produciendo el resultado deseado). (2) No importó que su adoración estuviera dirigida al Dios verdadero, esto no fue suficiente para hacer aceptable. b. Los hombres que hoy día adoran a Dios, pero que usan como doctrina los mandamientos de los hombres, no pueden esperar rendir una adoración verdadera - aceptable. Su adoración será tan vana como esa de los Judíos. 2. La adoración ignorante (Hch. 17:23). a. Aquellos de los Atenienses adoraban al Dios verdadero, pero lo adoraban sin conocerle. (1) Se postraban ante una imagen con la inscripción "al Dios no conocido". El único Dios verdadero era desconocido para ellos, pero El no puede ser adorado aceptablemente sin conocerle o en ignorancia. b. Nota: La adoración ignorante es "en vano", pero toda adoración vana puede no ser hecha en ignorancia. Alguien puede saber que su adoración es según las doctrinas de los hombres, pero puede ser demasiado orgulloso para cambiar. Aunque no son ignorantes de la verdad, su adoración es no menos que vana. 3. La adoración voluntaria (Col. 2:23). a. "..., adoración voluntariamente adoptada, sea que no haya sido ordenada o que esté prohibida, no aquella que es impuesta por otra, sino la que uno afecta" - (W.E. Vine, Vol. 1, Pág. 356). b. "Adoración voluntaria es según nuestra propia voluntad. Es escogida por uno mismo; y por esta sola razón es un apartarse de la fidelidad a Dios" - (David Lipscomb, Un Comentario Sobre el Nuevo Testamento, Vol. 4, Pág. 287). c. "Por muy razonable y aparente que pudiera parecer tal adoración, sin embargo la cantidad de espectáculo de sabiduría que pueda exhibir, el Espíritu Santo ha escrito su necedad y futilidad tan claramente que nadie sino el ciego voluntariamente puede fallar en ver esto. La lealtad al gobierno divino requiere obediencia de corazón a la ley divina. Por tanto, cualquier cosa que Dios mande, debemos hacerla. Vacilar es faltar, es olvidar nuestra lealtad. Colocar cualquier 'mandamiento de hombres', y honrarlo como mandamiento de Dios, es traición. Todo mandamiento, aún el más pequeño, es una expresión de Su voluntad, y una personificación de Su autoridad como el monarca del universo. Por tanto, obedecer Sus mandamientos, hacer Su voluntad, es la misma esencia de la verdadera piedad. Todo lo demás es simple adoración voluntaria" - (J.W. Shepherd, Ibíd, Pág. 287). d. "Lo que aquí está calificado como adoración voluntaria .... significa simplemente una forma de adorar que el hombre escoge por sí mismo, independiente de la revelación que Dios ha dado .... Dios será servido en la forma que desea; es correcto que prescribiera al hombre las verdades que debe creer, y las ordenanzas que debe usar. Rehusar recibir Su enseñanza para preferir nuestros propios antojos, es alumbrar con una vela pequeña como substituto para el sol de medio día. Desde el principio del mundo Dios ha prescrito la adoración que era más agradable para El, y nunca dejó un asunto de tal naturaleza al momento del hombre. Las naciones que no tuvieron una revelación, o rehusaron recibir eso que Dios ha dado, muestran, por su diversidad de adoración, la superstición, lo absurdo, y en muchos casos, la crueldad, que habría sido el estado de todo, si Dios en Su infinita misericordia no nos hubiera bendecido con una revelación de Su voluntad" - (Adam Clarke, Comentario de Clark, Vol. 6, Pág. 525). e. Concluimos que la adoración voluntaria es una adoración que diseña el mismo hombre. Toda adoración voluntaria es falsa, es vana. Puede ser hecha en ignorancia, pero uno podría hacer la adoración voluntaria sin estar en ignorancia.

III. LA VERDADERA ADORACION REQUIERE TRES COSAS.

A. El Objeto Correcto. 1. El Dios verdadero y viviente es el objeto correcto de adoración (Jn. 4:23-24). Razones de por qué el hombre debería adorar a Dios: a. Dios desea que los hombres lo adoren (Jn. 4:23) - "... porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren". b. Porque El es el "un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos" (Ef. 4:6). (1) Somos Su "linaje" (Hch. 17:29), hizo a los hombres para que habiten sobre la tierra (Hch. 17:26), "... en él vivimos, y nos movemos, y somos ... (Hch. 17:28), "toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces ..." (Stg. 1:17). c. Jesús dijo, "... Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás" (Mat. 4:10). d. Jesús permitió que los hombres lo adoraran. Nota: Jesús es Dios (Deidad), y durante Su vida entre los hombres aceptó adoración.
(1) Los magos lo adoraron (Mat. 2:11). (2) Un leproso lo adoró (Mat. 8:2). (3) Un principal lo adoró (Mat. 9:18). (4) Sus discípulos lo adoraron (Mat. 14:33). (5) La mujer cananea lo adoró (Mat. 15:25). (6) La madre de los hijos de Zebedeo lo adoró (Mat. 20:20). (7) Las mujeres que habían ido a la tumba lo adoraron (Mat. 28:9). (8) Los once discípulos lo adoraron (Mat. 28:17). (9) El ciego que Jesús sanó lo adoró (Jn. 9:38).
Pero Jesús enseñó a los hombres que adoraran al Padre en el cielo (Jn. 4:23-24). 2. Otros objetos de adoración. a. Otros hombres. (1) Cornelio se postró a los pies de Pedro para adorarlo (Hch. 10:25-26). (2) El pueblo de Listra buscó adorar a Pablo y Bernabé (Hch. 14:8-18). (3) Algunos hombres desean que otros hombres los adoren (2 Tes. 2:3-4). b. Los ángeles. (1) Juan se postró a los pies del ángel para adorar (Ap. 22:9-10). (2) La adoración a los ángeles puede privar a los hombres del premio (Col. 2:18). c. Los ídolos - Estos son los dioses hechos con las manos de los hombres. (1) Aquellos de Atenas adoraban muchos ídolos (Hch. 17:16). (2) La idolatría era común en los tiempos del Antiguo Testamento, y aún los hijos de Israel hicieron ídolos. (a) Moloc y Renfán, "figuras que os hicisteis para adorarlas" (Hch. 7:43). (3) Algunas cosas interesantes acerca de esta clase de dioses: (a) Los hombres los hacen con sus manos. (b) Los llevan sobre sus hombres, los transportan. (c) Los colocan en su lugar, y no se mueven de allí. (d) Le claman, pero no puede contestar, ni salvar de la dificultad. (Isa. 46:6-8). Pregunta: ¿Por qué los hombres querrán adorar a un dios semejante? (4) Nótese lo que Elías tenía para decir acerca de esta clase de dios (1 Reyes 18:27). (a) "... Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle". (b) ¿Quisieras servir a un dios como ese? d. Las criaturas de este mundo (Rom. 1:25). (1) Muchas personas en los tiempos antiguos, también como en los modernos, adoran la vaca y la consideran un animal sagrado. e. Al diablo (Mat. 4:9). (1) El diablo desea la adoración y la consigue. La iglesia del diablo fue establecida por Anton Szandor Levay y su credo oficial es la Biblia de Satanás, escrita por Levay. Nota: Puede ser de interés tener a alguien que dé un reporte especial sobre "La Iglesia del Diablo". Nota: Toda adoración verdadera - adoración aceptable - deber ser rendida a Dios, quien es el Padre de todo.
B. La verdadera adoración debe ser ofrecida "en espíritu" (Jn. 4:23-24). 1. Esto hace referencia a la sinceridad, a la condición de la mente de uno cuando adora. "En espíritu. Aquí la palabra espíritu se coloca en oposición a los ritos y ceremonias, y a la pompa de la adoración externa. Se refiere a la mente, al ánimo del alma. Adorarán a Dios con una mente sincera; con el sencillo ofrecimiento de gratitud y oración; con un deseo de glorificarlo, y sin pompa y esplendor externo. La adoración espiritual es esa donde el corazón es ofrecido a Dios, y donde no dependemos de formas externas para que sea aceptada" - (Albert Barnes, Notas Sobre el Nuevo Testamento, comentario sobre Juan 4:23). 2. La adoración insincera o hipócrita nunca es aceptable aún cuando pudiera ser ofrecida al Dios verdadero. Es siempre adoración falsa. 3. Adorar a Dios es un asunto muy serio y no deberíamos envolvernos en esto a la ligera. a. Para un asunto tan serio deberíamos estar a tiempo y prepararnos nosotros mismos para la adoración. Llegar tarde interferirá con la adoración que los demás están rindiendo y le robará a usted de algún tiempo de adoración. c. "Las más excelsas potestades angelicales tienen temor y asombro ante El. ¿Quién es tan reverenciado como El por cuantos lo rodean? - (Sal. 89:7, La Biblia al Día). (1) "Dios es muy temible en el consejo privado de los seres santos, e infunde pavor a todos los que asisten en torno a él" (Sal. 89:7, Versión Moderna). 4. "En espíritu" tiene que ver con la actitud y maneras que mostramos en la adoración. a. La persona sincera, presta atención íntegra al orador, y por medio de la disciplina se ha entrenado a sí mismo para pensar en lo que está haciendo: Muestra respeto y reverencia a Dios, y deja que los sentimientos se levanten para tener a Dios adorado.
C. La verdadera adoración debe ser ofrecida "en verdad" (Jn. 4:23-24). 1. "En verdad. No a través de sombras y tipos, ni por medio de sacrificios y ofrendas de sangre, sino en la manera representada o tipificada por todas estas (Heb. 9:9,24). En el verdadero camino de acceso directo a Dios a través de Jesucristo" - (Albert Barnes, Ibíd.). 2. "En verdad" es usado en contraste a "la ley". "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo" (Jn. 1:17). a. Esto significa que debemos adorar como enseña el Nuevo Testamento, no como enseñó la Ley de Moisés. Regresar a la ley para justificar una práctica hará que Cristo se vuelva de ningún efecto para nosotros (Gál. 5:4). b. Todo acto de verdadera adoración estará enseñado en el Nuevo Testamento. Usar en nuestra adoración eso que no está autorizado en el Nuevo Testamento es dejar de practicar la verdadera adoración. (1) Si nuestra adoración no está autorizada en el Nuevo Testamento, debe venir ya sea del Antiguo Testamento, o estará autorizada solamente por los hombres. De cualquier manera no será verdadera adoración. c. Esto explica porqué los miembros de la Iglesia de Cristo insisten que adoramos solamente como lo enseñan el Nuevo Testamento.

IV. COMO ADORAR A DIOS EN ESPIRITU Y EN VERDAD.
A. Hay cinco actos, o vías, de adoración verdadera. (Comp. Hch. 2:42). 1. La doctrina de los apóstoles. La enseñanza dada por los apóstoles. 2. La comunión (u ofrenda). 3. El partimiento del pan, o Cena del Señor. 4. Las oraciones. 5. Los cánticos de alabanza (Ef. 5:19; Col. 3:16).
B. Estos actos de adoración deben ser rendidos "en espíritu y en verdad". 1. Esto significa que siempre debemos ser sinceros cuando adoramos, y cada acto de adoración debe ser como lo enseña el Nuevo Testamento. 2. La verdad restringe algunos actos de adoración para ser hechos solamente "el primer día de la semana". a. La Cena del Señor (Hch. 20:7). b. La ofrenda (1 Cor. 16:1-2).

CONCLUSION: 1. Que podamos reconocer la importancia de la adoración a Dios, y que pueda nuestra adoración ser la adoración verdadera. ........................................................................................................ Anotaciones al Pie 1. "Inclinarse: - KUPTO: inclinar la cabeza, encorvarse, se usa en Mr. 1:7, 'encorvado'; y Jn. 8:6, 'inclinado'; v.8, 'inclinándose'. PARAKUPTO: inclinarse para mirar, se traduce así en Jn. 20:11, 'se inclinó para mirar (dentro)'. KLINO: doblar, inclinar, o hacer yacer, para reposar, se usa en Mat. 8:20 y Luc. 9:58, en la afirmación del Señor, 'el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza'; es significativo que este verbo sea el utilizado en Jn. 19:30 del acto del Señor en el momento de Su muerte, al poner Su cabeza en una posición de reposo, no un dejarla ir en impotencia como en todos los otros casos de crucifixión. Invirtió el orden natural, inclinando primero la cabeza (indicando Su sumisión a la voluntad de Su Padre), y después 'entregando Su espíritu'... EPHISTEMI: (epi, sobre, y histemi, estar de pie), usado intransitivamente, denota estar sobre o al lado, estar presente, traducido 'inclinándose' en Luc. 4:39. - (Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, W.E. Vine, Vol. 2, Pág. 236). "Reverencia hecha con la cabeza o con el cuerpo" - (Nueva Enciclopedia Sopena, Tomo 3, Pág. 441). 2. Dios, Hombre y Salvación- Una Teología Bíblica, por W.T. Purkiser, Richard S. Taylor, Willard H. Taylor; (Beacon Hill Press of Kansas City, Kansas City, Missouri, EE. UU. de América), Pág. 606-607. 3. Los números en ( ) indican el número de veces que aparece la palabra.
(La mayor parte de este estudio lo he tomado del Libro True Worship, por Billy W. Moore).