jueves, 22 de noviembre de 2007

LA MUSICA, ELEMENTO DE UNA VIDA DEVOCIONAL TRIUNFANTE

Dr. J. Francisco Stout V.

Al tratar el tema de vida devocional en el joven adventista, es justo y válido indicar que no hemos de limitar o definir "la vida devocional" con leer La Palabra de Dios u orar solamente. Esto reduciría el término al más completo raquitismo. Por supuesto que "implica" la lectura y estudio reverente de la Palabra, pero "vida devocional" es más que eso, es estar en la presencia del Señor, es tener una comunión y una relación íntima con el Salvador, una profunda y confiada amistad y eso no se logra con un momento en el día, sino que es el resultado de toda una vida.

Todos nosotros tenemos amigos, y estos pueden ser mejores, o peores, pero con todos tenemos algo en común, y es que la amistad no se produce sola, no es el resultado del azar. Piensa en tus amigos y te darás cuenta de algo, y es que con todos has tenido que "invertir tiempo" para conocerle, escucharle, animarle, consolarle, ayudarle. Algunos han dicho que la Amistad a veces es sinónimo de un profundo "gastarse" a sí mismo para ayudar y conocer al otro, y claro, para eso hace falta una cosa: ¡tiempo! No se hacen amistades profundas en un minuto; de hecho, las amistades más profundas son aquellas que perduran con el tiempo y a través de las dificultades. Nadie que pretenda tener una íntima comunión con el Señor Jesucristo podrá conseguirlo con cinco minutos de oración, o de lectura de la Biblia o cantos de alabanzas antes de acostarse,. El Señor no desea cinco minutos al día, lo quiere todo. Hasta ahora todas las personas que conozco que espiritualmente no marchan muy bien, precisamente son personas que descuidan sus tiempos y su comunión con el Señor. Por el contrario, hombres espiritualmente fuertes y sólidos, suelen ser cristianos curtidos en las batallas vividas en íntima comunión con Dios y se gozan alabándole permanentemente con cánticos e himnos espirituales como indica el apóstol Pablo en Colosenses 3:16.

Cada hijo de Dios es llamado a rendir adoración continua a Dios, lo cual es el camino hacia el crecimiento espiritual, tanto personal como corporativo; desde el punto de vista personal, porque el trato primario de Dios es a nivel del individuo, y corporativo porque la experiencia de adoración involucra no solamente aspectos psicológicos, sino sociales, culturales e históricos. Estos dos conceptos son inseparables, ya que el adorar a Dios produce un enriquecimiento espiritual perdurable y un fortalecimiento interior generados ambos por una relación íntima y armoniosa de los adoradores con su Dios.

El joven que disfruta de plena comunión con Dios, dice al levantarse: "Dios, Dios mío eres tú, de madrugada te buscaré" Salmo 63:1; y al acostarse: "Tu guardarás en completa paz aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado" Isaías 26:3; "En paz me acostaré y asimismo dormiré, porque sólo tú, oh Jehová, me haces vivir confiado" Salmo 4:8. Y al despertar en la mañana exclama: "Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre." Salmo 145:1,2. Alabaré a Jehová en mi vida; Cantaré salmos a mi Dios mientras viva. En definitiva, es alguien que estima en gran valía la amistad y comunión con Dios, de modo que su primer y último pensamiento es siempre el mismo: Dios, Él es el todo para el joven de fe.

¡Apreciado joven adventista, cuántas veces has leído, cantado u orado de un modo mecánico y no con ferviente amor, buscando lo principal: comunión y amistad con Dios! Uno de los grandes enemigos del que desea prosperar en la vida espiritual es la continua lucha contra la rutina, el orar, cantar o leer la Biblia casi por puro compromiso, o como muchos dicen: "el buen cristiano tiene que comenzar el día orando, leyendo su Biblia y alabando el nombre de Dios". Cuando eso se hace por el puro "cumplimiento", no tiene mucho valor ni significado en la vida del J. A, ya que al final solamente es como dice la palabra cumplimiento "cumplo" y "miento", pero no hay una genuina y verdadera relación de amor con su Dios, se hace en forma mecánica. El Señor no busca "loros" redimidos, desea hombres y mujeres que le alaben y se postran ante su presencia para derramar el alma ante su Hacedor de manera inteligente.

La música como elemento de adoración.

Es interesante notar en los escritos de la Sierva de Dios Elena White, la importancia que la música recibe en el cielo como elemento del culto que se le tributa a Dios en las cortes celestiales, por lo tanto en nuestros cantos de alabanzas debiéramos procurar aproximarnos tanto como sea posible a la armonía de los coros celestiales. Solamente eso se logra cuando los seres humanos cantan con el espíritu y el entendimiento, y la razón es porque los músicos celestiales se unen en el canto de acción de gracia y Dios es glorificado por los cantos de alabanza que brotan de un corazón puro, lleno de amor y devoción a él, como señala (Mensaje para los Jóvenes. p. 291, 292).

Al tratar el tema de la música en la vida devocional del J. A. y a la luz de las declaraciones anteriores es valioso comprender como han definido otros el concepto música, de tal manera que nos beneficie al utilizarla como elemento en la devoción

La música ha sido definida por algunos autores como “el arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de uno y otros a la vez, de suerte que produzca deleite al escucharlos conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, o triste”. En el libro “El ministerio de la música en la religión” de I. E Reynolds, se señala que, el pensamiento y el lenguaje son limitados para poder dar una definición adecuada de la música, ya que hay pocas palabras de seis letras en nuestro idioma que encierren tanto significado para la humanidad y que sea de tanta utilidad para el creyente en la palabra de Dios como la palabra música. Añade que no se puede dudar que la música es una obra maestra entre creaciones del gran Artista, Dios el creador.

El mismo Reynolds menciona algunas expresiones utilizadas por grandes músicos que ayudan a entender la naturaleza de la música. Uno de ellos es Giuseppe Mazzini, quien expresó: “la música es la voz armoniosa de la creación, un eco del mundo invisible, una nota de la concordancia divina que algún día se dejará oír en todo el universo” (p.12). Otra declaración importante fue realizada por el músico y compositor Héctor Beriloz (1803-1869) quien afirmaba que: “la música es un arte celestial; nada lo suplanta excepto el verdadero amor” (p. 13). Para Addison: ”La música es un reflejo del cielo en la tierra”. (p. 13), y para Landon “La música, es el mejor don de Dios al hombre, es el único arte de la tierra que se practica en el cielo. (p.15). Elena de White, alude a la naturaleza de la música de la siguiente manera: ”la música es un precioso don de Dios, destinado a elevar los pensamientos a temas más nobles, a inspirar y elevar el alma” La educación, p. 167.

Es de destacar que, la única de las bellas artes que las Escrituras mencionan en relación con la adoración en el cielo es la música. El apóstol Juan vidente de Patmos dice: "Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos." Apocalipsis 15: 2, 3. Además en el capítulo 19:1-8 el apóstol hace alusión a la forma de adoración y alabanza que rodean la atmósfera del cielo, donde se escuchan aclamaciones, aleluyas, amén, glorias, gozo y alegría, la razón está implícita en el pasaje "Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina."

Es valioso señalar que abundan referencias en las Escrituras acerca del lugar, el propósito y el poder de la música en la vida del Joven Adventista. Los Salmos enseñan que en la experiencia devocional del Antiguo Israel habían muchas clases de cantos que se usaban como parte vital del culto. tenían cantos de gozo y cantos de lamento. Por ejemplo, el Rey David,

1. Gime su llanto de angustia en I Samuel 1: 17 - 27, y se regocija en los cantos de los salmos.

2. Encontramos el himno de triunfo de Moisés y María su hermana al Cruzar el mar Rojo Éxodo 15: 1-18.

3. Encontramos himnos de oración y de alabanza en el Salmo 51, y en otros muchos;

4. Encontramos cantos que expresan una experiencia religiosa particular, como en el caso de Débora, Jueces 5: 1- 31,

5. Encontramos en el Nuevo Testamento el canto de gozo de María, Lucas 1:46-55.

6. Encontramos cantos de adoración y súplica, cantos patrióticos y cantos de victoria, Salmos 48: 1- 8;

En lo general podemos decir que tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento se dirige y se anima al adorador en su devoción para que se una en cantos gozosos de aclamación al Señor Jehová.

Respuesta afectiva.

Escuchar música, consciente o inconscientemente es una experiencia emocional fuerte. Los descubrimientos científicos han constatado que mientras escuchamos música, secreciones glandulares modifican nuestras emociones y sentimientos y producen lo que los psicólogos han llamado "respuesta afectiva". Considerando que la música puede afectarnos, voluntaria o involuntariamente, cuan importante es que seamos cuidadosos no sólo al seleccionar la música que deseamos escuchar, sino también al exponernos aunque sea en forma casual a ciertos tipos de música que no contribuyan al desarrollo armonioso de nuestro carácter

Elena White, presenta en el libro La Educación pág. 163, 164, siete aspectos en que la música afecta o beneficia el desarrollo del carácter. Algunos de esos aspectos indican que la música:

1. Tiene poder para elevar a degradar.

2. Se le puede emplear tanto para bien como para mal.

3. Tiene poder para avivar el pensamiento.

4. Tiene poder para despertar simpatía.

5. Promueve armonía de acción.

6. Tiene poder para subyugar naturalezas rudas e incultas.

Ante estos postulados, llegamos a la conclusión que la música que escogemos para nuestros ejercicios devocionales ejercen una influencia decidida en la calidad de nuestra relación con Dios. Por tal motivo, la música llamada cristiana como su nombre lo indica debiera centrarse en hablar de Cristo y la música debiera llevar el sello de santidad y pureza que nuestro Señor y Salvador merece. En nuestra relación con Dios la música es no solamente un medio sino también un resultado. El Espíritu de Profecía narra que cuando el hombre responde al llamado de Dios, El mismo Señor se regocija con cánticos.

La música puesta al servicio de Dios, es uno de los medios más eficaces para grabar la verdad espiritual en el corazón. Además ejerce influencia sobre asuntos de consecuencias eternas. Por tal motivo debemos ser cuidadosos al seleccionar la música que escuchamos y practicamos durante la devoción o adoración personal, si al hacerlo recordásemos que del resultado de esa elección podría incluso, depender nuestra propia salvación.

Principios para evaluar la música cristiana

Si pues coméis o bebéis o hacéis otra cosa hacedlo todo para la gloria de Dios. I Corintios 10:31.

Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud, si algo digno de alabanza , en esto pensad. Filipenses 4:8.

De estos dos principios salen los fundamentos o bases para evaluar la música al elegir: Glorificar a Dios y elegir lo más noble y lo mejor.

La música que el Joven Adventista utiliza para sus ejercicios devocionales debe caracterizarse por:

1. Las palabras: El mensaje es dirigido a Dios o habla acerca de él y su relación con el ser humano, debe ser representativo de lo que la Biblia enseña respecto a la naturaleza de Dios.

Las Características distintivas de una buena letra que es edificante tanto en lo espiritual, como en lo social son:

  • 1. Es creativa
  • 2. Es rica en contenido
  • 3. Está bien compuesta
  • 4. Enfoca su atención en lo positivo
  • 5. Refleja valores morales
  • 6. Educa y eleva
  • 7. Está de acuerdo con una buena teología bíblica

Peligros: Exceso de énfasis en "mi" experiencia, dejando de lado a Cristo como el centro de la vida; frases estereotipadas de "enamoramiento" humano para describir la relación con Cristo, donde se trata a Jesucristo como a un ser humano y nada más, pudiendo llegar a tomar su nombre en vano; letra carente de valor poético, simplista y cursi.

2. Estilo musical: Debe haber armonía y coherencia entre el mensaje de las palabras y la organización musical - instrumental que sirva de vehículo al mensaje.

3. La Melodía: Tiene identidad propia, es religiosa o sagrada o no lo es. No debe confundirse con la secular.

3. Ritmo: Es parte de lo que la música es, por lo tanto todo tipo de música tiene ritmo. Se debe destacar en este punto que la música dominada por el ritmo apela a lo corporal y carnal. La orientación es clara, debe haber una separación entre lo que le agrada y lo que le desagrada a Dios. Ezequiel 22:26. Y Elena White declara: manejar las cosas sagradas como si fueran comunes es una ofensa para Dios.

4. Balance de los elementos musicales: ningún elemento musical debe ocupar el espacio o lugar que los otros deben tener, según el tipo de música y mensaje, ya se trate del ritmo, la melodía o armonía o lo que fuere. Es valioso destacar que si la letra de la canción cristiana es buena pero la música que acompaña ese mensaje es pobre, el mensaje perderá efectividad; o puede pasar al revés, ya que los excesos musicales opacan el mensaje.

Conclusión

Se puede hacer de la música un gran poder para el bien, sin embargo, no aprovechamos en todo lo posible este elemento del culto. Es importante que la música que se utilice en la devoción tenga belleza, sentimiento y poder.

Martín Lutero declaró: “Una persona no puede alabar a Dios solamente, a menos que entienda que no hay nada en ella digno de alabanza, sino que todo lo que es digno de alabanza es de Dios y de él procede”.

Apreciado joven o señorita, Dios reclama de ti una vida devocional llena de alabanza y del verdadero espíritu de adoración, y desea que lo hagas con la comprensión que él merece, involucra toda tu emoción al alabarle y disfruta de una relación genuina con tu Dios y con el Señor y Salvador Jesucristo, bajo la inspiración del Espíritu Santo.

Datos de interés

Tipos de instrumentos musicales mencionados en la Biblia:

1. De cuerda

a) Arpa: I Reyes 10:12

b) Salterio: I Samuel 10:5; II de Samuel 6:5

c) Vihuela: Isaías 5:12

d) Decacordio: Salmo 33:2; 144:9

2. De Viento

a) Flauta: I Samuel 10:5

b) Zampoña: Daniel 10:5

c) Bocina: I Crónicas 15:14

d) Trompeta: Número 10:2

3. De Percusión

a) Címbalo: I Crónicas 13:8

b) Tamborín: Génesis 31:27


2 comentarios:

Martha Márquez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Martha Márquez dijo...

Muy interesante el articulo, solo pienso que donde dice: "La música puesta al servicio de Dios, es uno de los medios más eficaces para gravar la verdad espiritual en el corazón."
gravar debería ser con B, pues gravar con V significa:

(Del lat. gravāre).

1. tr. Cargar, pesar sobre alguien o algo.

2. tr. Imponer un gravamen.

En cambio grabar significa:

(Del fr. graver).

1. tr. Señalar con incisión o abrir y labrar en hueco o en relieve sobre una superficie un letrero, una figura o una representación de cualquier objeto.

2. tr. Captar y almacenar imágenes o sonidos por medio de un disco, una cinta magnética u otro procedimiento, de manera que se puedan reproducir.

3. tr. Fijar profundamente en el ánimo un concepto, un sentimiento o un recuerdo. U. t. c. prnl.

Salu2
Saúl Márquez