jueves, 22 de noviembre de 2007

Paráfrasis de I de Corintios 13

Paráfrasis de 1 Corintios 13
Por Paul Johnson
Adaptación por Julio A. Ramón

Aunque yo cantase como el brillantísimo Pavarotti, y con la dulzura de los ángeles, si no tengo el sentido de lealtad que mi impele a ser fiel en mi grupo en todos sus ensayos y servicios, mis talentos no tendrán mas valor para mi Señor y mi iglesia que el metal que resuena o el címbalo que retiñe.

Y si el don de una bella voz, y conociese todos los misterios del dominio de la respiración, y tuviese todo el conocimiento de un gran repertorio; o si tuviese todo poder para transportar a mis oyentes, mas no fuese fiel a mi Grupo en todos sus ensayos y actividades, mi habilidad para servir al Señor en su iglesia nada sería.

Y aunque exhibiese mis talentos delante de mi iglesia, y cantase los mas hermosas cantos, mas no fuese con el propósito de glorificar a mi Señor, seria una ofrenda inútil y de nada me aprovecharía.

La fidelidad es duradera, y produce un espíritu suave. El fiel y verdadero miembro del Grupo, o el solista, no llama la atención a si mismo, no se ensancha.

No crea disensiones en los ensayos, no busca la gloria para si mismo, no es de mal genio, no toma las sugerencias del director como crítica personal;

No se regocija en los errores de los otros miembros del grupo, mas se regocija cuando todos trabajan para hacer del grupo un instrumento de loor al Señor;

Siente su propia responsabilidad, cree en los ensayos extras cuando son necesarios; ejecuta su trabajo con sacrificio, esperando continuamente que el Grupo sea mejor.

El fiel miembro del Grupo nunca falta; dejará las disculpas a un lado; la asistencia irregular desaparecerá.

Porque en parte conocemos y en parte profetizamos los resultados de nuestra labor;

Más cuando viniere lo que es perfecto, nuestro conocimiento será de poca importancia si consideramos los verdaderos frutos de nuestro servicio.

Cuando yo era inexperto en el Grupo, cantaba como inexperto, pensaba que nunca aprendía, pensaba que la música era muy difícil para mí; ahora que dediqué mi voz al Señor, dejé estas impresiones pueriles, porque yo sé que Dios me ayudará.

Porque ahora comprendemos estas cosas en parte, con nuestro propio entendimiento, más cuando estemos cara a cara con la voluntad de Dios, conoceremos plenamente. Más vendrá el tiempo cuando se conocerán los frutos de mi fidelidad, los cuales Dios conocía cuando me llamó para servirle y sabía que mi fidelidad sería más valiosa que todo el esfuerzo de mí.

Ahora, pues, permanecen una bella voz, la capacidad para usarla y la fidelidad; estas tres; “mas la mayor de ellas es la fidelidad”

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